Verona es una ciudad mágica situada al norte de Italia, donde el arte, la historia y la cultura se combinan para ofrecerte maravillosos recuerdos.
No es solo la ciudad de Romeo y Julieta, la ciudad veneciana también cautiva con su atmósfera rica en historia y en incalculable belleza.
Durante el imperio romano, la ciudad se convirtió en una importante sede del poder político y administrativo de la provincia hasta el juramento de fidelidad a Venecia; formando parte de la República de Venecia durante 4 siglos, hasta la ocupación de Napoleón.
Por su estructura urbana y su arquitectura compuesta por monumentos romanos que se casan con el Arte del Renacimiento, Verona es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde el año 2000 por ser un espléndido ejemplo de una ciudad del arte.
Los atractivos de Verona: los lugares imprescindibles
Verona es, sin duda, una concentración de atractivos artísticos, históricos y culturales, todo ello inmerso en el sugestivo ambiente de típicas callejuelas y hermosas plazas.
Uno de los monumentos mas representativos de la época y que mejor representa la historia de la ciudad es la estupenda Arena de Verona, el emblemático anfiteatro que se alza sobre la plaza Bra. Construida para albergar combates de gladiadores, se ha convertido en el mayor teatro de ópera al aire libre del mundo desde 1913, cuando se representó Aida, de Giuseppe Verdi. Hoy en día se puede visitar en los días en que no hay representaciones o descubrirla durante los conciertos u óperas.
En la plaza Bra, además de la Arena, se encuentran el Palacio de la Gran Guardia, el imponente Palacio Barbieri y el Liston de mármol, así como varios cafés y restaurantes.
El otro símbolo de la ciudad está a pocos pasos, en el centro histórico, y es una visita obligada: La casa de Julieta, un palacio medieval que en realidad perteneció a la familia Cappelletti, también conocida como los Capuletos. El pequeño patio está dominado por el balcón que simboliza la historia de amor de Romeo y Julieta.
Muy cerca, se encuentra la Piazza delle Erbe, la plaza más antigua de Verona, que se construyó sobre la zona del Foro Romano y se convirtió en el centro de la vida política y económica en la época romana. Aquí se concentran algunos de los monumentos más bellos de la ciudad como El Palacio Maffei y la imponente Torre dei Lamberti, a la que se puede subir para disfrutar de una vista panorámica de la ciudad.
Otros de los atractivos son el histórico Ponte Pietra, el puente más antiguo de la ciudad y también el único que se conserva de la época romana, y la catedral de Santa María Assunta, el Duomo de Verona.